jueves, junio 28, 2012

Color, calor y otras hierbas

Sonaba Bach de fondo y hacía calor. Me había sentado en el balcón de madera para mitigar el bochorno de la tarde y huir de los pensamientos más grises que me venían asolando desde aquella mañana.
El pueblo aparecía tranquilo y apacible, con su sinfonía particular de grillos y chicharras que se mezclaba con las notas que salían de mi tocadiscos. Por un instante el tiempo pareció suspendido...
Miré hacía la izquierda y allí estaba ella: llena de color, enorme y viva.
—Así debería ser yo.

Foto by Marta ©


4 comentarios:

  1. Enorme no sé, pero viva sí me lo pareces. De todas formas ten en cuenta que las flores se marchitan antes que nosotras.

    Mejor sigue como seas.

    Besos

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  2. Lo tendré en cuenta, Isabel!
    Me alegro que te haya gustado mi minirelato.

    Un beso

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  3. Pocas palabras bien ordenadas para tanto contenido,amiguca.
    Sí,ellas son preciosas-no sé estar sin flores" y llenan el alma y dan color cuando uno está apagado,pero cuantas veces somos más grandes y estamos más vivos de lo que imaginamos.
    Somo privilegiados por tener sensaciones,pensamientos,emociones,con caídas y subidas,con grises y blancos._Somos un mundo indivisible y por tanto plenos en nuestra totalidad .
    Si fuera siempre de dia,no descubriríamos el poder de la luna.
    Besucos veci.
    Te honra la entrada.

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  4. Muchas gracias, Go!

    Un besuco muy grande!

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