De repente me desperté y caí sobre un lecho de flores. Era tan espeso y suave que por un segundo pensé que aún seguía dormida entre las suaves sábanas de seda de mi abuela.
Un pequeño gato sonrió a mi derecha; burlón y desvergonzado como sólo los gatos pueden ser.
—¿Quién te crees que eres? —repuso el minino con sorna—. ¿Acaso te crees Alicia?
Foto by Marta ©
Wuau..qué belleza de texto y de imagen, Marta, dan ganas de soñar!
ResponderEliminarUn besito
Gracias mil, Mairló!!
ResponderEliminarUn besito!
Esa vitalidad,esa alegría es tan bellísima que ni siquiera Alicia lo debió de sentir.Y además,somos más que personajes de cuento.
ResponderEliminarMe encantó tu entrada,veci .
Besucos
Gó
Gracias, Go! A mí me encanta que hayas vuelto!!
ResponderEliminarDe vez en cuando todas hemos soñado con ser Alicia.
ResponderEliminarUn beso grande!!! :D
Otro para tí, guapetona!
ResponderEliminarXD
¡Qué maravillosa es la burganvilla...es una de mis flores preferidas...!! (que aparece en mi estación del año favorita: ¡el verano!).
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti, Laura!
ResponderEliminarA mí también me encanta la bugambilla, tengo una enorme junto a la entrada del patio de casa, que rebosa por todos lados y se apoya en una gran puerta de madera.
Una maravilla!
Besucos!